Los cuentos de Alicia, que han hecho célebre el nombre de Lewis Carroll en todo el mundo y han sido traducidos a numerosas lenguas, fueron escritos originalmente en 1862 para Alice Liddell, hija de Henry George Liddell, deán de Christ Church. Tras su publicación, los relatos, ilustrados por el dibujante inglés sir John Tenniel, se hicieron famosos de inmediato como libros infantiles. En una época de implacable didacticismo de los libros infantiles, Alicia fue el primer personaje de la literatura infantil que entrevió la hipocresía y la presuntuosidad didáctica del mundo de los adultos. El atractivo de estos relatos para los mayores reside en la ingeniosa mezcla de fantasía y realidad, suave sátira, absurdidad y lógica. Los nombres y las expresiones de los personajes la Liebre de Marzo, El sombrerero, El gato de Cheshire o la Reina de Corazones han entrado a formar parte de personajes clásicos de la literatura.